Según el periódico, un estudio nos dice que seis de cada diez personas nos (les) encanta vivir en Madrid. Reconociendo que hace unos años yo hubiera dicho lo mismo, aunque mi opinión se sitúa en el lado opuesto cada vez más con el paso del tiempo. Madrid tendrá sus ventajas como ciudad grande, su multitud de servicios y posibilidades, pero también su desmesurado crecimiento hace que sea cada vez más antipática, hostil e insuficiente para satisfacer a todos. Solo así se explica la gran huida de la ciudad de sus habitantes cuando llegan cuatro días seguidos de fiesta. Quizá lo haga la edad, pero cuando te haces mayor deseas ante todo calidad de vida y eso en la capital es un bien muy difícil de conseguir. Supongo también que como “cuasimileurista” eso es otro hándicap importante para alcanzar esa calidad. De todos es sabido que el dinero no da la felicidad pero proporciona una sensación muy parecida.
Resumiendo, soy uno de los cuatro de cada diez que saldríamos corriendo de Madrid y que solo volveríamos si la abandonasen unos cuantos cientos de miles. Así tocaríamos a más.
PD: ¡Por fin es viernes! Ya podemos perrear (perrea, perrea) un par de días. Y prohibido pensar en trabajo!
2 Comentarios:
A pesar de sus incomodidades y de que predomine la ley de la selva. Madrid no es tan mala como la pintas. Yo pienso que es una de las ciudades que más oportunidades ofrece y en determinados momentos tiene su encanto.
arrrg
Tú porque has nacido allí
Estás atrapada entre las garras de las calles de Madrid. En realidad, es como un laberinto de pesadilla, donde los coches tienen colmillos amenazadores, las sombras acechan y la contaminacion asfixia
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