Retocando



Hago un inciso para escribir estas líneas. En estos momentos me encuentro liado con el retoque de cientos y cientos (sí, no exagero…) de fotos provenientes de las vacaciones de verano. Es una tarea pesada, pero el resultado lo merece. Soy demasiado perfeccionista con la fotografía. El modo automático creo que no saca todo lo que puede de las tomas y por eso utilizo un modo que posteriormente pasadas por el programa de retoque con unos ajustes básicos, me dan imágenes más parecidas a lo que busco. Véase el ejemplo de una toma con retoque y sin el. ¿No queda más bonita?

A vueltas con los programas de retoque, es increíble lo que consiguen y lo que se puede hacer con ellos. Por ejemplo, rejuvenecer, adelgazar y perder los antiestéticos michelines. Solo cinco minutos con el ratón equivalen a un par de meses de continuos ejercicios de abdominales y de un régimen capaz de agriar el carácter al más pintado. Eso sin contar el borrado de arrugas, granos, verrugas, pecas y manchas, blanqueado de dientes…
El problema es exagerar demasiado. Que en la vida real no hay magos y las operaciones estéticas son muy caras…

3 Comentarios:

cristina 14 de octubre de 2008, 22:46  

como diría mi papi "secreto fluidos por los ojos", usea, me estoy descojonando...........

me encantaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, quiero el programa, dimelo como conseguirlo, voy a empezar yo con el retoque y que se quite la preysler.
muaks

angi 15 de octubre de 2008, 13:35  

en vez de retocarte tanto tú, ¿porque no me retocas a mí? así dejo de hacer dieta de una puñetera vez.

Lalo Alcala 15 de octubre de 2008, 15:11  

El truco para perder michelines y asociados a otras partes del cuerpo filigranero, es menos comer y más gasto de suelas de zapatos. Los retoques quedan bien en las fotos pero eso no sirve para disminuir los kilinos.

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Este es el lugar donde expresaré lo que me venga en gana. Sin reglas. Aquí no busquéis grandes pensamientos ni excelencias en el arte de la escritura. Aquí el único "Arte de Juan" es el que permita que este pequeño espacio sobreviva como una parte de mis vivencias, mis rutinas, mis disgustos... y que los lectores habituales o esporádicos de este blog piensen que quizá merezca la pena volver otra vez por aquí.
A disfrutar...