¡Sí, he vuelto! Por si alguien había pensado que ya no volvería a escribir en mi blog, que la pasajera moda había acabado (como parece que le ha pasado a otros blogueros que conocemos…) aquí esta de vuelta el reportero más dicharachero (menos lobos, caperucita…) del barrio de Chamberí. Han sido días duros en los que cierto decaimiento me han “obligado” a dejar de escribir. No es falta de imaginación, pues todos los días se me ocurren cosas que contar, pero los temas aparte de reiterativos no llevan más que al mosqueo y el cabreo sin remedio, y eso no quiero que pase aquí, en el Arte de Juan. En un futuro no muy lejano abriré otro blog , con nombre algo así como “me cago en tó”, “maldita sea mi estampa” ,“os odio un montón”, en la que dar rienda suelta a toda la mala leche acumulada. Por supuesto, no aptas para menores ni para mentes equilibradas…
Cambiando de tema, hoy escribo para dar la bienvenida de nuevo a Madrid del Señor Aurelio. Por fin, en la apretada agenda del susodicho, hay disponibles tres (¡tres, sí, tres días!) para visitar a sus hijos y a sus nietas. La ajetreada vida de los jubilados extremeños (de adopción, se entiende…) no permitía tanta benevolencia desde hace unas fechas y gracias a la ¿presión? Que se ha ejercido ya lo tenemos de vuelta aquí. El viernes lo veremos arribar cargado de presentes para todos (ese jamoncito y ese lomito…) Le prepararemos una recepción acorde e iremos a comer a cualquier tasquita de Atocha con menú a 8,50 €.
Urelio, ¡WELLCOME TO THE CITY AGAIN!
Cambiando de tema, hoy escribo para dar la bienvenida de nuevo a Madrid del Señor Aurelio. Por fin, en la apretada agenda del susodicho, hay disponibles tres (¡tres, sí, tres días!) para visitar a sus hijos y a sus nietas. La ajetreada vida de los jubilados extremeños (de adopción, se entiende…) no permitía tanta benevolencia desde hace unas fechas y gracias a la ¿presión? Que se ha ejercido ya lo tenemos de vuelta aquí. El viernes lo veremos arribar cargado de presentes para todos (ese jamoncito y ese lomito…) Le prepararemos una recepción acorde e iremos a comer a cualquier tasquita de Atocha con menú a 8,50 €.
Urelio, ¡WELLCOME TO THE CITY AGAIN!
PD: La foto, del tiempo que tendrás en Madrid. Bueno, no lo sé pero mola la fotico, ¿no?
2 Comentarios:
Todavía no he llegado. Si el tiempo no lo impide o aparece cualquier otra contingencia que imposibilite posar mi escuálido trasero en el asiento del tren, mañana, en torno a las 13 horas, nos veremos los caretos más nítidos que a través de estas pantallas. Ahora, no quiero desaprovechar la ocasión que tu blog me brinda para decir que sigues con los mismos vicios de siempre: "pesimismo, cabreo, mal humor, mal café", en fin, podriamos continuar aplicando adjetivos que cuadren con tu estado de ánimo más negativo, no será por falta de recomendación. Sé más positivo, no veas siempre el punto negro, piensa que en contraste con la oscuridad está la luz, o lo que es lo mismo, hay que cambiar el chic, ponerse las pilas y arrimarse a las cosas gratas, desechando aquello que atormente nuestra meolla. A la segunda parte, la referida a la mia "presona", no te voy a contradecir, llevo una vida repleta de actividades, se me acumulan las tareas, me falta tiempo para realizarme. Te suena esta última expresión?. En relación con mi pesada carga, me imagino viéndome como Paco Martínez Soria, en las películas tantas veces vistas en la tele, cargado con maleta de madera y cestis de mimbre, con su gallina o gallo incluido. Para finalizar, busca donde papear.
mira quien fue a hablar, la alegría personificada!! JAJAJA o como escriben los guiris, HAHAHA
Ay, esos jubilados de agenda apretá, ya quisiera verles con una agenda realmente apretá, que las tardes el mencionado no levanta el huesudo trasero del sofá de la propia casa, es decir, excepto los dos días de aprendizaje optativo en la universidad para abueletes y no tan abueletes.
Resumiendo, que me cuente a mí qué tan afanosa tarea tiene, que le impide viajar más a menudo, que ya quisiera yo esa agenda para mí, veríais como le sacaba provecho y le daba alegría a la cosa, con su sueldo de jubilado, por supuesto, no con el mio
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