Pasados ya los fastos derivados de actividades deportivas, dejo ya de lado los comentarios futboleros e intento volver a la rutina de la que creo nunca he salido. La ausencia de emociones fuertes hace que buscar tema sobre el que tratar se convierta en una pesadilla. Y sé que comentar mi primer catarro veraniego no alcanza cotas de titular de primera página. Otra cosa es el terminar por fin después de bastante tiempo, un libro de más de seiscientas páginas sin tener tentaciones de abandonar en la estantería de los “libros empezados y algún día acabaré”. Lo ha conseguido el primero de una trilogía (no, Crepúsculo no, y como vuelva a oír el nombre de Cullen me voy a enfadar de verdad...). Es el libro de Stieg Larsson, “Los hombres que no amaban a las mujeres”. Muy interesante, fácil de leer y que me deja muchas ganas de empezar el segundo cuanto antes. Para que luego digan que los suecos solo saben hacer muebles...
4 Comentarios:
Me parece estupendo que dediques algunos minutejos a la lectura. Sin embargo no comprendo el motivo por el que te pones de uñas con solo escuchar el nombre de Cullen. He buscado a través del sr. google y según he visto son unos personajes que se dedican a chupar la sangre a sus congéneres. No lo encuentro nada excepcional, esa función la llevan a cabo otros muchos, además de forma real, sacando el jugo del trabajo que otros realizan. Así que ánimo y continúa almacenando en le meolla más letras, siempre se decia que la letra con sangre entra. Volvemos a la saga innombrable, usted disimule y no lo tenga en cuenta.
Lo de los Cullen es pura envidia, verdad Angeles?
mas que envidia,hay cuando se nombra a nuestro cullen preferido. bueno chus e isabel ya sabeis que en diciembre tendremos nuestro dia cullen.ya falta menos
¡¡¡ CULLEN !!!!
¡¡¡¡¡¡¡¡¡ PUAAAAGGGGGGG !!!!!!
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