La tele

Como bloguero guadiana, otro paseo por aquí. A falta de excusas de traslado de casa y mudanzas para explicar mi falta de escritos contaré que la nueva adquisición de la “súper, mega, híper, ultra, chupi, guay” televisión LCD de treinta y dos pulgadas, me tiene enganchado como juguete nuevo. El noventa por ciento de mi tiempo “informático” lo dedico a la búsqueda, estudio y descarga de contenidos para el aparatito. Soy persona de obsesiones y en estos momentos la que toca es el estruje en busca de todas y cada una de las posibilidades que ofrece la máquina. Y son muchas. Ya está conectada a internet, esta compartiendo archivos desde el portátil, reproducido fotos, videos y música desde discos duros antiguos...Se que en una semana ya no habrá nada que aprender y tendré que buscarme otra nueva fuente de entretenimiento. Aunque una de ellas podría ser el ver las tropecientas horas de contenidos, principalmente en alta definición que he bajado. Por encima, creo que podría estarme una semana con sus noches viendo la televisión, pero no pienso que sea buena idea. ¡Que malo tener cuarenta y uno y mentalidad de chavalito! ¡Con que poquito pasamos el tiempo ¿libre?!

Mientras, seguimos suplicando por una primitiva cargada de “pastuqui” que permita tener más tiempo para diversificar tareas. ¡Mierda de días de veinticuatro horas...!

PD: Manuel, te odio,ya me has enganchado al Espacio en Blanco. Mi teléfono móvil ha pasado de tener música de los ochenta a programas de ovnis, apocalipsis y espíritus. ¡Pero como entretiene...!