A pesar de las agujetas (infinitamente inferiores a las de Manuel) y de cierto desorden estomacal provocado por la ingesta excesiva de alimentos (sobre todo magdalenas del Orio...) este ha sido un fin de semana divertido y sobre todo "novedoso". El haber recibido nuestros primeros invitados en la nueva cueva nos ha permitido variar hábitos de los últimos sábados y domingos. Y viene genial de vez en cuando las novedades en horas de ocio. Lo mejor, esas dos caminatas que hace tiempo que no saboreaba. Suena a divertimento de jubilado pero lo siento, soy más diurno que nocturno y ecológico a la fuerza (sin coche...). Por lo tanto, paseo por jardín otoñal, muchas fotos y acabar con aperitivo y buena comida sabe muy bien y ayuda a que el lunes sea un poco menos lunes. Ahora a esperar a ver quien quiere ser nuestro próximo huésped. Eso si, mejor gente con menos furor por el dulce...
Quitando las telarañas
Hace 6 años